Ojo con Añasco

Por Nedgar Cardona

El pasado sábado en Aguada, Añasco no sólo consiguió su primer campeonato seccional en sus cuatro años de existencia, sino que dio el segundo gran campanazo de la postemporada del béisbol Doble A al derrotar a los hasta entonces tricampeones del Noroeste, Patrulleros de San Sebastián, que en los últimos tres años llevaban tres semifinales nacionales y un subcampeonato de Puerto Rico.

Lo más extraordinario de Añasco es que conquistó el campeonato sin un abridor bonafide, pues en el mismo primer juego contra Pepino, uno de sus estelares, Léster Serrano salió lastimado y perdió el resto de la serie, al recrudecerse una vieja lesión en su codo derecho. Y el otro iniciador, el as monticular, Alex de La Cruz, fue movido al bullpen, estrategia que no sólo le resultó en la semifinal seccional para sacar de paso a Mayagüez, sino que fue nuevamente efectiva contra San Sebastián. Pero la estrategia funcionó debido a que la ofensiva de Añasco sencillamente ofendió al picheo del Pepino.

El dirigente Rafael París colocaba a un abridor no muy probado y cruzaba los dedos para que sucedieran dos cosas: que le durara la mayor cantidad de entradas y que Añasco empatara o tomara el comando en el marcador. Tan pronto su equipo se iba al frente a palo limpio, la llamada al bullpen era obligatoria: busca a Alex de la Cruz.

La situación con la falta de abridores en el cuerpo monticular de Añasco era tan caótica, que firmaron el veterano Jesús Berríos, dejado libre por Mayagüez. Berríos ha sido uno de los mejores lanzadores derechos del País en los últimos tres lustros, pero ya sobrevive más por su veteranía que por su fortaleza. Sin embargo, Berríos hizo el trabajo ante Pepino.

Ahora bien, el próximo rival de Añasco, Peñuelas viene de descollar con una ofensiva descomunal ante Lajas, equipo al que sacó de carrera en cinco partidos. Sin embargo, hasta Superman tiene su debilidad y la de los Petroleros es el picheo lento. Y eso es lo más que tiene Añasco.

En cuanto al cuerpo monticular de Peñuelas, diría que es similar o inferior al de San Sebastián y a ése, ya todos saben lo que le hizo el bateo de Añasco. Si lo que resulta ganador no se cambia, supongo que París seguirá con la estrategia de traer a De la Cruz desde el bullpen. Ahora, hay que ver cuánto golpe aguanta ese brazo, que ha estado bastante trabajado con pocos días de descanso, algo a lo que no estaba acostumbrado.

Si el bateo de Añasco continúa como ha estado, debe ser una serie a palo limpio. Sin embargo, con Peñuelas teniendo la ventaja de parque local y contando con macaneros como Joycet Feliciano y Rey M. Bones, en una novena entrada cualquier cosa puede suceder. Y reitero, hay que ver si De la Cruz puede mantener su efectividad. Si la mantiene y el bateo sigue fluyendo, Añasco podría dar el tercer campanazo. De lo contrario, habrá celebración en Peñuelas.