Yadier y su dirigente Tony LaRusa (archivo) |
De Hitboricua.Net
Nivel Básico
Algunas personas deciden dirigir un equipo de béisbol (o cualquier otra disciplina) por diversas razones. Unos buscan campeonatos para alimentar su ego, otros porque creen que su hijo podría tener más oportunidad de juego y otros por la loable actividad de ayudar a desarrollar peloteros jóvenes.
Si en realidad su interés no es el bienestar y el desarrollo de los jugadores, tanto los niños, jóvenes y sus padres se darán cuenta. Si no esta preparado para efectuar una práctica organizada y efectiva, se darán cuenta. Si no disfruta el juego o el enseñar, se darán cuenta. Si trata de engañarlos por cualquier razón, se darán cuenta.
Así que junto con su deseo de enseñar y dirigir un equipo llega también la responsabilidad de prepararlos bien.
Los jugadores se divertirán más y al mismo tiempo aprenderán más si disfrutan el tiempo en el parque con el equipo.
Lo primero que tiene que enseñarles es a jugar el juego correctamente, entendiendo cada situación de juego.
El mayor cumplido que puede ofrecerle un fanático a un dirigente es que su equipo es uno ‘inteligente’ que sabe jugar el juego. Esa es la mejor evidencia de que están bien entrenados.
Ubique los campeonatos y quién ganó o perdió a un segundo plano, a los padres le interesa que su hijo aprenda a jugar y entender el juego correctamente, punto.
Si usted no presenta un interés genuino por el bienestar de sus jugadores, y esto aplica desde las pequeñas ligas hasta Grandes Ligas, usted nunca será un dirigente exitoso.
En resumen:
- Esté seguro que los jugadores se divierten
- Acepte el hecho que usted tendrá una influencia en ellos (positiva o negativa)
- Comuníquese frecuentemente con los padres
- Respete los otros dirigentes, jugadores y árbitros
- Invierta calidad de tiempo con TODOS sus jugadores no solamente con algunos.
Los jugadores quizás olviden lo que usted les enseño pero nunca olvidarán lo que les dijo y cómo los hizo sentir en determinado momento.
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